Dime con qué copa brindas y te diré cómo eres. Parece postureo pero nada más lejos de la realidad. Cada tipo de copa posee unas características particulares, por lo que en función del espumoso que estemos disfrutando, debemos escoger la copa que mejor permita degustarlo. A continuación…
Pompadour
La copa Pompadour tiene su razón de ser, cuenta la historia que debe su forma al seno de Madame de Pompadour, amante del rey Luis XVI. Se caracteriza por tener una forma abierta y acaba con una ligera curva, que evita que se derrame el Champagne. Es ideal para las bebidas más carbonatadas ya que por su diámetro, el anhídrido carbónico se escapa con facilidad.
Pero surgió el problema, que al ser de boca ancha había que sostenerla con la mano entera, gesto que aumenta la temperatura de la bebida.
Flauta
La copa Flauta llegó para quitarle el trono a la copa Pompadour, su forma estrecha y esbelta la hace perfecta para conservar la tan preciada burbuja y la temperatura algo muy importante para su completo disfrute.
Pero luego, esas destacadas virtudes se desvanecieron cuando se dieron cuenta que dificultaba la experiencia olfativa, y además, de que al ser tan alargada a la hora de llevarnos la copa Flauta a la boca llega a variar la experiencia gustativa.
Tulipa
La copa Tulipa heredó lo mejor de la historia de los antiguos modelos de las copas de Champagne. Se considera una combinación de las virtudes de sus ahora antiguas compañeras. Es una forma mejorada de la copa Pompadour y la copa Flauta se caracteriza por su larga y estrecha boca mientras se abre en su parte media permitiendo liberar mejor sus aromas. Permite mantener durante más tiempo las burbujas y su aroma.